Pocas veces en la vida se llega a puntos en los que uno se replantea todo de una forma tan radical y a la vez tan natural. Cuando la incertidumbre choca con la certidumbre. Sin sentimiento de culpa alguno. Me pregunto qué hacer con los planes hechos (¿estaban hechos?), si llegaré a convertirlos en realidad o cambiarlos por otros que estoy considerando. Sin sentimiento de culpa alguno.