La era de la información y el síndrome de diógenes – Próximo hack: un orden eficiente

Soy de una generación que usó google antes de tener una televisión o cualquier otra consola, es decir, estoy impregnado del funcionamiento del mundo web, y, sobre todo en los últimos tiempos, con lo del diseño web, es casi mi hábitat natural, por lo que voy a empezar usando como metáfora la situación real que me lleva a pensar todo esto sobre la vida en general.

He generado una increible densidad de información acumuada, y un aún mucho más increible desorden. He descargado miles de programas, pirateado juegos, toneladas y toneladas de música. También he sido friki del orden en ocasiones, de los alrededor de 500 GB de música en mp3 que tengo he logrado organizar en iTunes uno 150 GB, un poco más quizás. He acumulado toda la documentación «restringida» a la que he tenido acceso durante mi carrera universitaria. He acumulado bastantes libros y manuales en pdf. Tengo carpetas y carpetas de escritos que ya no recuerdo. Tengo el escritorio lleno de carpetas sin título llenas de capturas de pantalla, programas que alguna vez descargué que no funcionaron, documentos que acabaron en una de esas carpetas porque estaba trabajando con ellos y no queria dañar los originales, copias de la carpeta de descargas porque ya estaba tan llena que cada vez que descargaba algo estaba media hora buscando. Todo esto a pesar de que casi nunca he tenido buen internet de verdad, uno que tenga un ancho de banda infinito y sin límite de tráfico.

Hasta hace una semana, era mi costumbre tener como mínimo 30 pestañas abiertas. Además, con esto de mi salida del mundo de las reces sociales (no completa, la uso a modo de correo electrónico con alguna gente), el paso de los «me gusta» al RSS como forma de estar informado y, para completar el proceso, mi cambio de navegador, he empezado a notar una necesidad extremadamente real de ordenar todo ese caos informático para poder sacarle algún partido. Lo primero, revisar todos los marcadores y pestañas abiertas de mi anterior navegador y organizarlos bien. Como dice mi madre:

Orden es ahorro de energía.

No me lo tomo muy al pie de la letra, porque vivo más en mi cabeza que en el resto de mi cuerpo. Pero algún día hay que mejorar, descargar actualizaciones, cambiar de navegador, de sistema operativo o incluso de vivienda, más que nada para sacarlo todo, quitarle el polvo, tirar lo que sobre y volver a instalarlo de forma ordenada y eficiente. Y ese «algún día» debería ocurrir más frecuentemente, lo admito. No se donde leí hace poco:

Todo lo que no sea innovación es pernicioso.

Y en eso creo que consiste, en no dejar que tu estructura de vida coja polvo y se vaya llenando de bugs y parches. Y en realidad, hoy en día, con la cantidad de cosas que podemos aprender por minuto, eso es más fácil que nunca. Pero claro, no solo es ir a por más información, sino a por nuevos sistemas de administración de información y trabajo pendiente, para optimizar el flujo de información sobre todo. Eso, manteniéndome en el campo metafórico de la informática, pero aplicable a la vida en su conjunto, en primer lugar, reduce consumo del procesador y ram ocupada, es decir, aligeras tus herramientas, y puedes despreocuparte un poco más del problema de vivir en su conjunto porque estás organizado de forma que cuando necesites algo lo tendrás a mano y cuando tengas que hacer algo serás notificado y no tendrás que llevar mil palabras clave apuntadas en la mano ni una memoria excepcional para no olvidarte de todo el trabajo pendiente. Bueno, esa necesidad de orden es la que últimamente noto cada vez más. Desde algunas discusiones de familia, fracasos de estudiante, viajes eternos, vivir fuera de mi zona de comfor, amigos perdidos… he acabado por interpretarlo todo como una mala gestión de los recursos. Ya no los informáticos, sino todos.

Uno de mis primeros pasos, y sentimentalmente uno de los más complicados, fue centrarme en no perder más el tiempo con amistades que no son productivas, suena a que soy un insensible, pero no soy una ONG de dar amor a gente que me cuenta su vida y me dice que soy un crack. Me gusta socializar, pero no siento la necesidad puramente existencial de tener amigos, amigo es cualquier persona, no existen apenas condiciones suficientes o necesarias para que alguien sea mi amigo, de hecho, me llevo bien con todo el mundo y no soy propenso a las reacciones bruscas. Las relaciones más constantes suelen ser con motivo de algún proyecto, y sea lúdico, artístico o económico, y cada vez menos tienen que ver con si esa persona tiene una amistad más o menos intensa o larga conmigo. Aunque cuanto más conoces a una persona mejor sabes para qué puedes contar con ella. No suelo interpretar el mal humor o la molestia por algo de otros como un ataque hacia mi, más bien intento entender la causa del problema y, si es de mi incumbencia y la persona está dispuesta a recibir la ayuda, no tengo problema con hacerlo. Siempre es mejor quedar bien y haber sido útil, no solo por la imagen sino por la salud de la sociedad que te rodea. Y aunque

El mundo está lleno de hermosos problemas esperando a ser resueltos

hay que elegir hasta donde comprometerse y con quien. Y yo, no tengo barrio o pueblo o ciudad del que me sienta y esté enamorado, aunque entiendo ese enamoramiento porque estoy enamorado de muchos sitios. Y de la misma forma, no tengo «amigos de toda la vida» con los que quede cada domingo para hablar del futbol ni de nada, voy pululando de persona en persona aprendiendo de todos y construyendo un sistema, a poder ser, eficiente. Aligerar la cantidad de amigos acumulados en el escritorio, meterlos en sus respectivas carpetas, para no estar viendolos siempre aunque no lo necesites es esencial.

Otro paso que me parece que ha resultado efectivo fue cambiarme a la universidad a distancia (UNED), aparte de que mi familia vive lejos de todo y eso supone un gasto tremendo en logística y en complejidad de las cosas, nunca he sido de hacer preguntas en clase e ir a hacerle la pelota a los profesores, yo mastico el material con piedras incluidas, y aprendo, aunque a veces cueste más y al final no sepa justo lo que preguntaron en el examen. Un buen ejemplo de esto es el Álgebra, mis compañeros más cercanos de clase, que, por cierto, han avanzado en la materia mucho más rápido que yo, saben de mi facilidad para visualizar los conceptos algebráicos, y muchas veces se sorprenden, incluso admiten que soy mejor que ellos, pero luego en el examen se las apañan mucho mejor que yo. La única explicación que encuentro es, una vez más, que gestiono mal mis recursos. Interiorizo más conceptos, y mejor, pero necesito más tiempo, y si lo gasto para ir para arriba y para abajo con el coche o para ahogarme en es desastre de un piso de estudiantes, no progreso en lo mío, ni tengo tiempo para las demás cosas que también me interesan.

Hora de volver al presente y al tema del que estaba hablando. Ahora me encuentro con que ya solo tengo las relaciones que me interesan de verdad, más el tiempo que ya no invierto en las antiguas, las ganas y las posibilidades de buscar nuevas relaciones. Tengo todo el tiempo que antes perdía en movimiento, ahorro todo el dinero que me gastaba, y además, genero un poco. Trabajo y estudio desde mi escritorio en casa. Mi época de jugar a videojuegos pasó, desde que juego al Go, dado que sacia mi ludopatía y es perfecto para una persona con ansias de profundizar en todo como yo. Todo se ha reducido a unos tableros, unos libros, hojas, y mi ordenador con conexión a internet. Tengo tiempo hasta para hacer deporte. Todo este tiempo ante la pantalla y los libros en los últimos meses, ha derivado en tiempo para pensar y en mucha información y me ha llevado a que sólo me falta encontrar un sistema de orden mental e informático para manejarla.

Particularmente, estoy pensando seriamente en aprovechar las herramientas mi navegador, mi blog y la nube para esquematizar mejor todo el trabajo pendiente y la información a mi disposición, y a ver si actualizo mi sistema operativo y consigo hacer una revisión de toda la basura generada en los últimos 5 años, a ver que me sirve y como consigo hacerlo todo más… responsivo.

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