Hace poco una amiga decía por facebook algo sobre las distintas caras que la gente muestra en distintos lugares del internet, no se si se refería a lo «real» o «falso» que se puede ser o a lo engañosas que son muchas personas y en general el engaño que es posible hoy en día por la red mediante falsas personalidades. Preguntaba algo así como:
¿cuál de las cuentas de una persona muestra su cara real?
Mi respuesta fue «todas». Afirmo que todas ellas son reales, pero ninguna completa. Obviamente depende también un poco de nuestras definiciones de real y cara. Y ¿cómo íbamos a pretender que alguna de ellas fuera completa o siquiera completamente real? eso sería pretender privar a los demás de privacidad, incluso de la privacidad más privada. Aunque yo no usara cuentas ni publicara en internet, las caras que uso frente a personas y situaciones distintas son, naturalmente, distintas. No se puede pedir que le cuente mi vida a cualquiera. Es legítimo publicar cosas distintas por canales distintos y, personalmente, también a nivel moral, creo que es mejor no contar toda tu vida por un solo canal, por el bien propio y por el de los demás.
Cada vez más abro cuentas en distintas redes sociales (más que por principio por inercia), lo cual también puede ser discutible, pero que más da, ya me tienen registrado y me trackean y hackean como les da la gana. Pero cuanto más disperse mi información más difícil será cubrirme de un solo mantazo o saberlo todo así sin más. Yo publico. Publico como práctica de expresión filosófica y artística, no como cotilleo vano. Cada vez menos publico o leo cosas en Facebook o Twitter, no tiene sentido: a la mayoría de mis amigos en Facebook no les importa un bledo mi vida, no lo encuentro triste, es simplemente la verdad. Lo triste es que haya gente que no se dé cuenta de eso. Y cada vez más publico con sentido y objetivo, usando cada canal para lo que estimo conveniente. Al fin y al cabo, los únicos que leen de vez en cuando lo que publico no son seguidores propiamente dichos sino amigos (de la vida real) con los que converso y a los que remito a algo ya escrito o dedico un par de párrafos. No se me da bien la cultura de la adhesión, esa en la que todos se enteran de todo porque sí y encima a todos tiene que gustarles.
Ya más desde la lupa del activista por la libertad de expresión, otro grave error muy de moda es la afirmación de que las comúnmente llamadas redes sociales (más bien llamables libros de cromos) son una (La) gran herramienta de la democracia y la libertad de expresión, cuando realmente la clave de la libertad de expresión de la que gozamos hoy en día fue la decentralización de los medios que nos brindó internet. Se trata de poder funcionar como una hidra con miles, millones de cabezas para que la voz-del-pueblo no pueda ser acallada ni censurada y el conocimiento pueda ser libre. Otra razón (para mí) de peso para descentralizar los canales personales y no mostrarse completamente en ninguno de ellos. No se trata de engañar, se trata de no ser tan fácil de radiografiar ni dar lugar al cotilleo o, más importante aún, de no ser tan censurable, ni a nivel moral ni a nivel técnico y aún así gozar de la posibilidad de una comunicación masiva con el mundo.
Más cuando luego viene la queja típica de los un poco más analfabetos en tecnología -los gobiernos son malos, nos espían y conspiran- y las protestas contra cosas como la ley mordaza, porque piensan que aunque ellos hacen su vida pública y gratuitamente accesible (encima a través de un solo canal) los servicios de inteligencia o quien quiera que sea, siguen sin tener derecho moral a leerlo. Pues no. Tonto tú. Respecto a esto úlimo leí algo divertido en twitter (o en gnuSocial, no me acuerdo):
Da igual que uno se pase de Twitter a gnuSocial, te pueden espiar igual.
Sin comentarios… No nos espían amiguito, en todo caso les contamos nuestra vida. Creo que hay una gran confusión entre los campos de la libertad de expresión, el derecho a la anonimidad, y el estado de vigilancia. NADIE va a conquistar el internet ¿ha quedado claro?
Hoy, más que nunca, tenemos la posibilidad de publicar anónimamente y por muchos canales, así que hagan lo que hagan los grandes, la tienen cruda si lo que pretenden es censurar o controlar lo que hacemos con sus leyes, simplemente hay que tomar un poco de conciencia y no dejarles. Nunca pudimos decir lo que nos daba la gana de forma legal… pero podemos hacer que las viejas leyes sean obsoletas. De ahí todo mi apoyo a quienes tienen varias facetas en la red. La distribución me pone.
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